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En un libro de “Psicoterapia de las psicosis”, su autor afirmaba que no era necesario dar antidepresivos en una depresión leve-moderada. En mi consulta veo a diario situaciones en las cuales, aplicar el pensamiento de este autor no resulta práctico, dado a las mas variopintas situaciones de una persona aquejada con depresión. Si hay algo que tengo claro es no negarle a nadie que sufre, la bondad de un tratamiento antidepresivo cuando la depresión es leve-moderada y el tratamiento podría mejorar sus síntomas.

A pesar de lo dicho en el párrafo anterior, me considero defensor de quién piensa que el abordaje biológico y el psicológico deben tener un acercamiento necesario, tanto en las depresiones como en los trastornos psicóticos. No cabe duda que el tratamiento farmacológico en las psicosis es indispensable, y el uso de fármacos desde la clorpromacina en 1950, ha significado la reducción del sufrimiento del paciente y de la familia, a pesar que hayan clínicos que no compartan estas ideas. Sin embargo, ustedes estarán de acuerdo conmigo que una pastilla no le dará a un paciente las habilidades sociales que le permitan adaptarse al complicado día a día, y ganarse la vida.

Es preocupante como la asistencia psiquiátrica de los pacientes afectados por una psicosis puede acabar siendo una prolongación del abordaje médico, con el seguimiento del síntoma y la anhelada ausencia de alucinaciones y delirios. En algunos casos, la medicación lleva a la reducción de los síntomas más que a su desaparición.

Los psiquiatras son testigos de pacientes psicóticos tratados que buscan ayuda psicológica. Los trabajos de Vaughn y Leff sobre la “Emoción Expresada” en familias les condujo a pensar que “es evidente […] que las drogas no actúan en aquellos pacientes que viven en hogares con un nivel bajo de emoción expresada.” Describió casos en que el tratamiento biológico era indispensable pero no suficiente.

Actualmente hay intervenciones cognitivas para las psicosis, terapia familiar, Grupos y funcionamiento social, psicoterapia psicodinámica y otros abordajes más; intervenciones en las que se busca dar una oportunidad al paciente para una integración, en la medida de lo posible, a ese día a día mencionado.

Las psicoterapias y demás abordajes psicosociales no son tratamientos alternativos, son la otra (sino la misma) cara de la moneda del tratamiento farmacológico. La medicación no es el único abordaje valioso para el tratamiento de las psicosis. Como afirma el Dr. Brian Martindale y otros colegas “la amplia utilización de los abordajes psicológicos y las mejores relaciones terapéuticas ayudarían a la reducción del estigma y el miedo que se asocia a tales trastornos con la consiguiente búsqueda de ayuda en un estadio más precoz y la más fácil reintegración de los pacientes y sus familias a la sociedad.”