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Esta pregunta se puede contestar ante las evidencias de la investigación de resultados y de procesos en psicoterapia.

La investigación de resultados está diseñada para identificar la eficacia de un servicio de atención o una intervención específica (Polit & Hungler, 2000). El impulso de la investigación de resultados se inspira en evaluación y el aseguramiento de la calidad desarrollados por las organizaciones que revisan las normas profesionales (profesional standards review organizations, PSRO) en los Estados Unidos, las cuales se crearon en la década de los 70´s a demanda política de que se justifiquen las intervenciones en salud respecto a eficacia y costo (Jost, 1989; Lambert & Ogles, 2004). El sistema de salud ha tenido una profunda influencia en el desarrollo de los de salud mental y en la investigación en psicoterapia (Lambert & Ogles, 2004), de tal manera que algunos tópicos se han vuelto centrales en la investigación como son el número de sesiones necesarias para producir una mejoría, diferencias en los tratamientos según el nivel de entrenamiento de los investigadores y la búsqueda de tratamientos empíricamente validados (Lambert & Ogles, 2004).

Desde un punto de vista profesional, existe un compromiso ético en que los tratamientos empleados sean evaluados científicamente mediante investigaciones de proceso y resultado, que muestren que son eficaces y eficientes de forma general y que produce las mejorías observadas en particular. El auge de los estudios de resultados ha generado también una presión en demostrar que un tratamiento es eficaz para así obtener fondos para la financiación de programas e investigaciones (Najavits, 2003).

En la década de los cincuenta, Eysenck (1952) publicó un estudio con el que cuestionó la utilidad del tratamiento psicológico no conductual de ese entonces. Su artículo consistía en una revisión de 24 estudios y concluyó que, hasta esa fecha, “existía una correlación inversa entre recuperación y psicoterapia; a mayor psicoterapia menor índice de mejoría” (Eysenck, 1952, pág. 322) y que el efecto de la psicoterapia era inferior incluso al de la remisión espontánea de los pacientes que no recibían ningún tipo de tratamiento (imaginen el impacto que tuvo esto en el círculo psicoanalítico, pues era el modelo de terapia predominante). Esto mantuvo un animado debate sobre la eficacia de la psicoterapia, con numerosas críticas (Lambert, Bergin, & Garfield, 2004). En la actualidad, la cantidad de evidencia en estudios controlados y el uso del meta-análisis ha resuelto esta controversia, porque ha permitido obtener una una mayor objetividad a través de métodos estadísticos que pueden ser replicados por otros investigadores (Macbeth, Cortada, & Razumiejczyk, 2007; Lambert & Ogles, 2004). Las conclusiones generales de estos estudios son que la psicoterapia es superior al no tratamiento, que excede el beneficio proporcionado por un tratamiento placebo, y que estos resultados no solo son estadísticamente significativos, sino que también son clínicamente relevantes (Lambert & Ogles, 2004). Muchos pacientes mantienen las mejorías al seguimiento, aunque desafortunadamente, se estima que entre un 5% y un 10% de los pacientes empeoran con un tratamiento psicoterapéutico (Lambert & Ogles, 2004).
Es necesaria una investigación rigurosa de los modelos de tratamiento de una forma continua, especialmente de modelos mixtos, de los cuales no se tiene evidencia, además, existe una amplia línea de investigación en la investigación de resultados, como es el efecto específico de determinadas intervenciones y en los factores comunes en las psicoterapias (Lambert & Ogles, 2004).

Referencias:
– Polit, D. F., & Hungler, B. P. (2000). Investigación científica en ciencias de la salud. México: MacGraw-Hill Interamericana.
– Jost, T. S. (1989). Medicare peer review organizations. Quality assurance in health care: the official journal of the International Society forQuality Assurance in Health Care / ISQA , 1 (4), 235-248.
– Lambert, M. J., & Ogles, B. M. (2004). The efficacy andeffectiveness of psychotherapy. En M. J. Lambert (Ed.), Bergin and Gardfield´s Handbook of Psychotherapy and Behavior Change (5th ed. ed., págs. 139-193). New York: Wiley & Sons.
– Najavits, L. M. (2003). How to Design an Effective Treatment Outcome Study. Journal of gambling studies , 19 (3), 317-337.
– Eysenck, H. J. (1952). The effects of psychotherapy: Anevaluation. Journal of ConsultingPsychology, 16, 319-324.
– Lambert, M. J., Bergin, A. E., & Garfield, S. L. (2004). Introduction and Historical Overview. En M. J. Lambert (Ed.), Bergin andGarfield´s Handbook of Psychotherpay and Behavior Change (págs. 3-15). New York: Wiley and Sons.
– Macbeth, G., Cortada,N., & Razumiejczyk, E. (2007). El Meta-Análisis: La integración de los resultados científicos. Evaluar , 7, 34-46.