Seleccionar página

No, no existe tal Fuente de la Juventud. Ponce de León murió sin descubrirla. Hera, la esposa de Zeus (pura mitología) se bañaba en un manantial que renovaba su juventud. Dorian Grey, no deja de ser una excelente sugerencia de lectura -que dicho sea de paso os la recomiendo-, pero su eterna juventud se queda en las paginas encuadernadas y paridas del genio de Oscar Wilde.

Existen al menos 10 teorías para explicar el envejecimiento celular, todas ellas se pueden aplicar a nuestro bien amado cerebro. Pero, ¿existe alguna teoría para el no-envegecimiento?. La respuesta es francamente negativa.

Hasta ahora, las únicas células humanas que pueden ser inmortales son las células mixoploides ANÓMALAS, como las células HeLa procedentes originalmente de tejido canceroso del cuello del útero cultivadas por Gey (Cita bibliográfica: Gey GO. Some aspects of the constitution and behavior of normal and malignant cells maintained in continuous culture. Harvey Lectures 50:154-229, 1955).

Lo que si tiene una respuesta afirmativa es la ya famosa pregunta ¿Se puede retrazar el envegecimiento?.

Existe un gen que codifica una proteína que se ha encontrado de forma más frecuente en los individuos centenarios que en los jóvenes (el alelo ɛ2 de la Apolipoproteína E). En el mundo científico, no se pierde la esperanza de encontrar más características que diferencien a los grupos longevos de los que no lo son.

A pesar de que no tengamos ese gen, ejercitar el cerebro sigue siendo un paradigma. Estos ejercicios incluyen la lectura, escritura, resolver crucigramas, juegos de mesa o de cartas, participar en grupos de discusión, interpretar música, el ejercicio físico o hasta cuidar niños. Solo aquellas actividades que implican un aprendizaje activo harán sobrevivir las células que el cerebro ya tiene y las que se forman a lo largo de la vida adulta.

Así que, los mentalmente y/o físicamente holgazanes contribuyen a la continua atrofia y disminución en el tamaño de este órgano tan útil. Y si no me lo creen, puedo citar a mi abuela que ha resuelto crucigramas desde que yo tengo uso de razón, y pese a su cardiopatía y obstrucción del canal vertebral que le impide andar a voluntad, tiene una mente lúcida y afable a sus ya 85 años.