¡Si señor!, Salustiano Sánchez Blázquez tenía el título del hombre con vida más longevo del mundo. El pasado 23 de julio del 2013 el Guinness World Records así lo declaró con la edad de 112 años y 45 días (Guinness World Records, 2013). Tristemente para su familia y sus amigos, el 13 de septiembre Salustiano falleció siendo residente en Gran Island (Nueva York). Había nacido con el siglo XX, justo en el año de 1901, originario de El Tejado de Béjar, Provincia de Salamanca (El País, 2013). Tenía como pasatiempos recientes PLANTAR LEGUMBRES, CULTIVAR FLORES, CRUCIGRAMAS y echar por la tarde la partida. Según su propio testimonio acredita su larga vida a las FRUTAS Y VERDURAS y particularmente a la banana.
Pero hay más longevos. De acuerdo con La Biblia Matusalén vivió 969 años (La Biblia, RV60, 1987), todo un milenio; otras fuentes dicen que Li Ching Yuen (Sichuan, China, 1677 – 6 de mayo de 1933) fue un herborista chino que supuestamente vivió sobre 256 años, afirmaba que su longevidad se debía a MANTENER UN CORAZÓN TRANQUILO, SENTARSE COMO UNA TORTUGA, CAMINAR RÁPIDO COMO UNA PALOMA, Y DORMIR COMO UN PERRO.
Actualmente, se tiene registrado como el varón más longevo al japonés Jiroemon Kimura, fallecido el 12 de junio de este año a los 116 años y la japonesa Misao Okawa (115 años) es la persona más longeva aún con vida (Guinness World Records, 2013). Ambos asiáticos.
Bien, pero respondamos a la pregunta ¿QUIÉNES SON MÁS LONGEVOS, LOS HOMBRES O LAS MUJERES? De manera general, se puede afirmar que en el ser humano y en muchas otras especies de animales, las mujeres viven más que los hombres, y se ha propuesto que la mayor debilidad constitucional de los hombres puede ser consecuencia de que sólo tienen un cromosoma X (Blazer, 2010). En el año 2003, la proporción en la población mayor de 65 años era del 58% en mujeres y del 42% en hombres (Blazer, 2010).
En lo particular, la respuesta no es categórica, así que me toca matizar un poco.
Se ha señalado (pero no comprobado) que en las poblaciones de raza negra de varias islas occidentales nacen menos hombres que mujeres (American Association of Retired Persons, 1987). En la prestigiosa revista Science, Ian Owens, del Departamento de Ciencias Biológicas y del NERC Centre for Population Biology of Imperial College London, afirmó que los hombres muestran una mayor susceptibilidad a las infecciones parasitarias que las mujeres y esto puede contribuir a una taza de mortalidad masculina (Owens, 2002).
En un extenso y famoso artículo citado por varios libros de geriatría, Waldron (1983) revisa la evidencia de los factores genéticos que influyen en las diferencias mortalidad según sexo, con especial atención a las interacciones entre los factores genéticos y ambientales. Los varones parecen ser intrínsecamente más vulnerables que las mujeres a la mortalidad infantil, aunque las causas de esta vulnerabilidad, son poco conocidos. Genes inmunorreguladores ligados al cromosoma X parecen contribuir a una mayor resistencia femenina a las enfermedades infecciosas. Sin embargo, las tasas de muerte y por lo tanto, las contribuciones a las diferencias de sexo en la mortalidad total, varían considerablemente dependiendo de las condiciones ambientales.
Hay interesantes datos cuando se toman en cuenta las hipótesis hormonales. Es posible que los efectos sobre el comportamiento de las hormonas sexuales masculinas contribuyan a mayores tasas de mortalidad en accidentes y otras causas violentas. Hormonas sexuales endógenas en las mujeres pueden reducir el riesgo de la aparición de Cardiopatía Isquémica (Infartos en el corazón, por ejemplo).
Las diferencias de la mortalidad según el sexo también están las influidas culturalmente, estas pueden fomentar un comportamiento más riesgoso en los hombres, incluyendo un mayor uso de armas, el empleo en ocupaciones peligrosas o el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo (Waldron, 1983). Parece que estas influencias sobre las diferencias sexuales en el comportamiento son comunes en distintas culturas (Waldron, 1983), no olvidar los roles sexuales, que varían cualitativamente en las diferentes latitudes.
Otro asunto es el de la personalidad. La prevalencia de la personalidad tipo A es más alta en los hombres que en las mujeres. La Personalidad A se caracteriza por impaciencia, conducta competitiva y hostilidad, personalidad que se ha asociado a un mayor riesgo de Cardiopatía Isquémica (Buse & Walker, 1986).
Concluyendo, no nos podemos dejar engañar con las estadísticas globales. Los ejemplos anteriores y otros que no he mencionado para acortar este artículo, ilustran la complejidad y la importancia de las interacciones entre los factores genéticos (anatomo-fisiológicos) y ambientales (cultura, conducta, roles sociales, agentes patógenos en el ambiente, etc) en la determinación de las diferencias de mortalidad humana según el sexo.
Siento decepcionaros queridos lectores, pero la ciencia no ha dicho la última palabra, parece que los poetas lo tienen un poco más claro y se preocupan menos por este tema: «Si lloré o si reí, lo importante es que emociones viví» (Roberto Carlos), «Confieso que he vivido» (Pablo Neruda), «La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos» (Antonio Machado).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
– American Association of Retired Persons. (1987). A Profile of Older Americans. Washington, D.C.: American Association of Retired Persons.
– Blazer, D. G. (2010). El mito, la historia y la ciencia del envegecimiento. En D. G. Blazer, & D. C. Steffens, Tratado de Psiquiatría Geriátrica (Cuarta Edición ed.). Barcelona, España: Elservier-Masson.
– Buse, E. W., & Walker, J. I. (1986). Heart and neuropsychiatric disorders. En T. O. Cheng, The International Text of Cardiology (págs. 976-987). New York: Pergamon.
– El País. (16 de Septiembre de 2013). Salustiano Sánchez, el hombre más viejo del mundo.
– Guinness World Records. (16 de September de 2013). World´s oldest man Salustiano Sanchez dies aged 112. Recuperado el 23 de September de 2013, de Guinness World Records:http://www.guinnessworldrecords.com/news/2013/9/worlds-oldest-man-salustiano-sanchez-dies-aged-112-51258/
– La Biblia, RV60. (1987). Biblia de Referencia Thompson. Versión Reina-Valera, Revisión de 1960. Miami, Florida, Estados Unidos: Editorial Vida.
– Owens, I. (2002). Sex Differences in Mortality Rate. Science , 297 (5589), 2008-2009.
– Waldron, I. (1983). Sex differences in human mortality: the role of genetic factors. Soc Sci Med , 17 (6), 321-333.