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No es nada raro encontrar un paciente tomando varios fármacos para un problema de depresión, de obsesividad, en un trastorno bipolar o un trastorno psicótico. Y digo “no es nada raro”, porque yo mismo como prescriptor, he tenido que usar más de un antidepresivo a la vez, más de un antipsicótico a la vez, y aunque bastante menos común un hipnótico+ansiolítico a la vez.

Queridos lectores. En salud mental, hay enfermedades tan graves que merecen usar varios fármacos a la vez para poder lograr una estabilidad, porque con una depresión resistente o grave, un trastorno bipolar grave o una psicosis resistente, no se juega.

Hay casos en los que una farmacoterapia racional es suficiente. En mi doble formación de psiquiatra y psicotepeuta, no me cabe duda que el tratamiento combinado (fármacos y psicoterapia) es de las mejores opciones.

Un riesgo al usar varios fármacos es que al final el prescriptor no se entera cuál es el fármaco que está causando el beneficio. Desafortunadamente, las reacciones adversas se suman con la polifarmacia. Esto es especialmente importante en la población mayor, donde los fármacos pueden ser altamente perjudiciales.

En el paciente mayor la seguridad va por delante a la hora de decidir el tratamiento a usar. Generalmente, es una población que tiene problemas cardíacos, hipercolesterolemia, hipertensión arterial, problemas con la próstata, y una o varias “insuficiencias”, insuficiencia renal o cardíaca. Otros tienen alteración del ritmo del corazón, las llamadas arritmias, que condicionan mucho el uso de algunos fármacos. La psicofarmacología racional es muy importante.

Yo he tenido el gusto de conocer a pacientes que me han dicho que no desean tomar fármacos, algunos de ellos han salido a flote por su propio pie y han venido a mi consulta por dos o tres revisiones; otros han decidido que su tratamiento sea psicoterapéutico y también han superado su problema.

Teniendo en cuenta esto último, siempre estoy abierto a este planteamiento, indicando que si en algún momento creo necesario usar algún fármaco se lo diré y la decisión de tomar este camino combinado es del paciente. No ha sido uno el que ha podido salir del atolladero solo con psicoterapia individual, y he tenido casos en que ha sido vital involucrar también a la familia y amigos.

La “cura por la palabra” existe. Nadie hasta la fecha ha explicado porqué usando un antidepresivo, usando psicoterapia, echando mano del apoyo de la red social, u orando por él en una persona creyente, se recupera su salud. “Varios caminos conducen a Roma”, en psiquiatría este aforismo es muy cierto.

Estimados pacientes, los fármacos son una buena herramienta. Hoy en el telediario salía la “alarmante” noticia de que ha aumentado el uso de antidepresivos en España. Las causas pueden ser muchas. Pero las soluciones a un mismo problema pueden ser muchas más.

Particularmente pienso que mientras menos fármacos se usen mejor, mientras menos dosis se use mejor, pero cuando es necesario por la gravedad de la enfermedad hay que usar más de uno y en dosis importante. Y si no se usan fármacos hay alternativas psicoterapéuticas muy buenas. La psicoterapia ha mostrado su utilidad y efectividad como tratamiento solo, al igual que los fármacos tiene sus limitaciones, pero en gran parte es una buena estrategia para reducir la tendencia al incremento de polifarmacia psiquiátrica.